Título: The great Gatsby
Autor: F. Scott. Fitzgerald
Editorial: Independently published
Páginas: 110
Situada en plena Belle Époque estadounidense, luego de la Primera Guerra Mundial, en la zona residencial de Long Island, El gran Gatsby cuenta la historia de un dramático “pentágono” amoroso, a la vez que deja entrever las consecuencias inadvertidas del conflicto bélico, la corrupción económica disfrazada de oportunidad financiera y el declive de una clase social amenazada por su propia ceguera. Jay Gatsby, un hombre atractivo y misterioso, ha vuelto de los campos de batalla en Europa e intenta reconquistar a Daisy, al principio con amagos de opulencia. La joven está casada con Tom Buchanan, fiel creyente en los valores del establishment, incluida la supremacía de la raza blanca y la respetabilidad familiar, lo que no le impide tener amoríos clandestinos. Nick Carraway, el célebre narrador, intentará mostrar los hechos sin juzgar a los actores. El jazz, el lujo, las fiestas, el alcohol y una sexualidad que aspira a romper los corsés impuestos circundan una trama impecable –Francis Scott Fitzgerald consideró que había escrito “la mejor novela de Estados Unidos” hasta entonces– que progresivamente adquiere tintes sombríos. Edith Wharton, T. S. Eliot, John Updike y Haruki Murakami, entre otros varios escritores, encontraron en El gran Gatsby la clave de una novela perfecta. Parábola del desengaño de los ideales juveniles y de la cortesía extrema como represalia sutil, merece ser leída nuevamente o por primera vez.
Escritor americano, Francis Scott Fitzgerald es uno de los mejores exponentes de la literatura norteamericana del siglo XX. Sus novelas, situadas en las décadas de 1920 y 30, están consideradas como auténticas obras maestras. Miembro de la llamada Generación Perdida Americana, sus cinco novelas retratan un paisaje de personajes brillantes y efímeros, de juventud y también de desesperación.
Scott Fitzgerald estudió en Saint Paul y no completó sus estudios universitarios, alistándose para luchar en la Primera Guerra Mundial, pese a que no llegó a luchar en ella. Su primera novela, escrita en estos primeros años, fue rechazada por distintas editoriales. No fue hasta después de su primer compromiso con Zelda Sayre que no logró vender A este lado del paraíso (1922).
Acuciado por su desenfadado estilo de vida, Scott Fitgerald no solo escribía novelas, también su producción de cuentos fue muy importante, aunque por su necesidad de liquidez solía vender todos los derechos asociados a su producción literaria y, además, vivir de préstamos sobre futuros anticipos.
De ese modo fueron saliendo sus siguientes obras, Hermosos y malditos (1922), El Gran Gatsby (1925) —posiblemente su obra más conocida y adaptada al cine—, y Suave es la noche (1934). En 1921 se publicó el cuento El curioso caso de Benjamin Button, obra que ganó gran reconocimiento gracias a la adaptación cinematográfica realizada en 2008.
A partir de mediados de los 30, Fitzgerald alterna su trabajo como guionista en Hollywood con la escritura de su novela El último magnate, que sería completada y publicada de manera póstuma tras su fallecimiento en 1940.
Hay libros que no son para todo el mundo y, en este caso, mi intuición no me fallaba
Llevaba mucho tiempo queriendo leer un clásico en inglés, pero no me atrevía. Después de ver el lenguaje tan sencillo que tenía El jardín secreto, decidí darle una oportunidad a una novela que llevaba mucho tiempo entre mis pendientes, El gran Gatsby. Además, pensé que sería una buena idea que fuera el primer clásico que leía en inglés, pues era una novela muy cortita.
Me equivoqué, y no lo hice por el lenguaje o porque el libro fuera difícil de entender en su idioma original, sino porque la trama de esta obra me decepcionó casi desde el principio.
No conocía nada de la historia; no me había visto la película ni tampoco había leído ninguna reseña, pero, aun así, algo en mi interior me decía que no iba a ser para mí, que no lo leyera, ya que, si estaba en lo cierto y teniendo en cuenta el tipo de lecturas que acababa de finalizar, podía entrar en un parón lector y eso no me apetecía nada. Hice caso omiso a mis instintos y comencé a leer la novela.
Para mi sorpresa, la trama no es para nada complicada. La historia está narrada por Nick Carraway, vecino y amigo de nuestro protagonista, Gatsby. A través de sus ojos viajaremos a los años veinte, donde las fiestas estaban a la orden del día.
He de decir que la trama no solo no es complicada, sino que no tiene nada de especial. Una historia de amor fallida, llena de noches de locura y desenfreno. Un amor imposible, matrimonios sin amor, amistad por conveniencia y la atracción del dinero. Esos son algunos de los temas que se reflejan en esta novela.
El problema para mí está en la estructura de la novela, pues he de afirmar que el estilo del autor es impecable. Sin embargo, son esas idas y venidas en la trama, que en innumerables ocasiones no acaba de contarnos nada, las que han hecho que me haya perdido en la lectura, siendo incapaz de disfrutarla y quedándome al final la sensación de haber leído una novela incompleta.
No soy yo nadie para criticar esta obra, simplemente no es para mí. Quiero decir que, por si era mi falta de comprensión lectora en inglés lo que me fallaba, una vez terminada la volví a leer, esta vez en español, y me dejó con la misma impresión.
No ha sido un parón lector lo que me ha producido leer esta novela, pero sí la incapacidad de reseñarla lo que ha hecho que lleve tiempo sin actualizar mis lecturas.
Si estás pensando en leer esta novela, espero que mi reseña no te haga cambiar de opinión. Por el contrario, estaría encantada de que me enviaras un email con tu opinión para poder así discutir nuestros puntos de vista y debatir sobre la obra. Sería como un mini club de lectura. ¿Te apuntas?