Descubrí esta novela gracias a Glady de @literatura.asiatica, quien la recomendó en su boletín número treinta y cuatro. Desde entonces he querido leerla, pero no me atrevía porque solo con la premisa me imaginaba que no iba a ser una historia sencilla. La verdad es que no me equivocaba. Esta es la primera novela que leo del autor y me ha dejado fascinada.
«Lo mejor es llevar una vida normal. Cuando uno lucha por esto o por lo otro, de tanto luchar acaba pagando con la vida.»
Título: ¡Vivir!
Autor: Yu Hua
Editorial: Austral
Páginas: 231
Después de gastar toda la fortuna de su rica familia en el juego y en burdeles, el joven Fugui no tiene otra solución que convertirse en un honesto granjero. Durante la guerra civil es obligado a unirse al ejército y separarse de su esposa e hijos. Pero este es solo el principio de una serie de fatalidades: Fugui es testigo y víctima de los horrores y las privaciones de la China del siglo xx, desde la contienda fratricida hasta la brutal Revolución Cultural.
Con un buey como único compañero en sus últimos días, Fugui es un modelo de autenticidad, que consigue sobrevivir gracias a su amor por la vida. A través de este personaje memorable, Yu Hui celebra en esta novela la inalterable voluntad de vivir por encima de las desgracias y los golpes del destino.
Yu Hua nació en 1960 en Hangzhou (Zheijiang). Trabajó como dentista durante cinco años antes e empezar a escribir en 1983. En 2002 se convirtió en el primer autor chino en ganar el prestigioso premio Foundation Award. Sus novelas ¡Vivir! (1991; Seix Barral, 2010), galardonada con el premio Grinzane Cavour, y Crónica de un vendedor de sangre (1995) fueron elegidas dos de los diez libros más influyentes de la década de 1990 en China. Zhang Yimou, realizador de la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Pekín, dirigió la adaptación cinematográfica de ¡Vivir!, que fue galardonada en el Festival de Cannes. Es autor también de las novelas Gritos en la llovizna (1991) y Brothers (2005;Seix Barra, 2008). Ha escrito diversas colecciones de relatos y ensayos. Vive en Pekin.
En esta obra nos encontramos con un personaje del cual solo conocemos que estuvo trabajando diez años atrás recorriendo los campos en busca de canciones populares. Durante una de sus jornadas, se encuentra con un anciano llamado Fugui, quien llama la atención del personaje debido a lo curioso de sus acciones. Fugui está labrando el huerto junto a su buey, un animal que, a los ojos del personaje, parece tener más de un nombre. Intrigado, se acerca a Fugui y le pregunta la razón por la cual su animal tiene tantos nombres. Fugui le explica que solo tiene un nombre, pero que le gusta hacer parecer que nombra a otros bueyes para que el suyo no piense que está trabajando solo. A partir de aquí, Fugui comienza a contarle al personaje la historia de su vida y las dificultades que él y su familia enfrentaron a lo largo de ella. Es entonces cuando te ves inmerso en una obra que no puedes dejar de leer.
Con un lenguaje coloquial y un estilo cuidado, Yu Hui nos sumerge en una lectura tan dramática como reconfortante. Esta obra es una canto a la vida con todas sus luces y sombras. No es hasta que terminas de leer la obra y te detienes en el título que te das cuenta del poder que tiene esa palabra, ¡Vivir!, que el autor ha destacado con admiración. Porque eso es lo que nuestro protagonista hace desde el momento en que comienza a relatarnos cómo ha vivido. Al principio, el estilo del autor puede parecernos un tanto agresivo, pero una vez lo contextualizas en la época y las características que definen a este personaje, comprendes que lejos de ser tosco, es un lenguaje bastante apropiado.
«Cuando lo pienso ahora, se me encoge el corazón. Yo de joven era un cabronazo hijo de puta. Una mujer tan buena y yo le pegué, le di patadas. Pero aun así, ella siguió arrodillada.»
Los diálogos son realistas y reflejan la cotidianidad que el autor pretende conseguir en la historia. Las emociones que en ellos transmiten los personajes ayudan a que empatices con cada uno de ellos. La trama avanza a un ritmo normal, los acontecimientos que suceden en la vida del protagonista desvelan todas y cada una de las desgracias que el mismo ha vivido.
«—Madre, no puedo más de hambre.
Jiazhen no tenía de dónde sacar comida.
—Youqing—le decía—, ve a beber agua, te llenará un poco el estómago.
Y a él no le quedaba más remedio que ir a la laguna a beber —glu glu glu— hasta llenarse el estómago de agua para engañar el hambre.»
La voz de los personajes encaja perfectamente con su personalidad, cada uno tiene su propia voz, además al igual que ellos, estos diálogos evolucionan a medida que ellos crecen. Lo que queda reflejado en el desarrollo emocional de los personajes.
Todos los conflictos planteados en la trama quedan resueltos de una u otra manera, lo que hace a esta una historia redonda. Por ejemplo, el conflicto inicial entre el protagonista y su entorno se resuelve a través de un proceso de autoaceptación y crecimiento personal, lo que le permite superar los desafíos que enfrenta
La obra está narrada en pasado y en primera persona por dos personajes: el trabajador, que relata cómo conoció a Fugui y escuchó su historia, y el propio Fugui, quien nos cuenta, como si fuéramos ese primer narrador, la historia de su vida.
¡Vivir! Es una novela que no ha sido fácil de leer. Al principio no era capaz de introducirme en la historia, pero una vez que empecé a empatizar con los personajes fue muy sencillo sumergirme en ella. La vida de Fugui y su familia es un camino lleno de desdichas y malas decisiones, pero también de felicidad. Es una historia repleta de amor por la familia, de lucha y de querer continuar adelante a pesar de las dificultades.
Fugui, puede que al principio me pareciera un personaje egoísta y desagradable. Es cierto que así era, pero esa primera impresión que tuve de él fue cambiando a medida que el personaje fue evolucionando.
El profundo amor que su mujer sentía por él es palpable de principio a fin, un amor silencioso, que perdona y espera. Ella es un personaje que siente un profundo y desinteresado cariño hacia su marido e hijos y que desde el primer momento me robó el corazón. Pero si hay un personaje al que puedo llamar favorito, ese es Fengxia. Ella es una chica que desde pequeña adora a su padre y que a pesar de haber perdido la capacidad de hablar debido a unas fiebres, ayuda cada día a su familia a salir adelante. A mi parecer, ella es un personaje crucial en la novela y la manera en la que crece a lo largo de ella ha conseguido que me enamore de este personaje.
Cómo puedes ver, esta es una obra con la que he sufrido, pero de la cual también he disfrutado. Me encantaría contarte mucho más sobre ella, pero si lo hago te haría espóiler y creo que es mejor ir a ciegas. De esta novela me quedo con las ansias de los personajes de seguir hacia adelante y ¡Vivir!